Como era Cristóbal Colón. Según refiere Fray Bartolomé de las Casas en sus Crónicas, Colón Fue de alto cuerpo, más que mediano, el rostro luengo y autorizado, la nariz aguileña, los ojos garzos, la tez blanca, que tiraba a rojo encendido, la barba y cabellos rubios, puesto que muy presto con los trabajos se le tornaron canos.
Era gracioso y alegre, bien hablado y elocuente y glorioso en sus negocios. Era grave en moderación, con los extraños afable, con los de su casa suave y placentero. Su discreta conversación podía provocar en los que le viesen fácilmente su amor. Finalmente representaba en su aspecto venerable persona de gran estado y autoridad, digna de toda reverencia. Era sobrio y moderado en el comer, beber, vestir y calzar, En las cosa de la religión cristiana sin duda era católico y de mucha devoción.
Estas buenas palabras se desdicen por el mismo Las Casas en otros textos en que lo describe violento, prepotente y amargado. Salvador de Madariaga, el estupendo escritor español, le otorga a Colón un carácter contradictorio que va del orgullo a la casi humildad, de la terquedad a la flexibilidad y de la violencia a la paz.
Año y lugar de nacimiento. Hasta hace poco tiempo no se sabía con certeza el año del nacimiento de Cristóbal Colón. Algunos investigadores daban como fecha 1446; otros la retrocedían hasta 1436; es decir, diez años antes. Sin embargo, uno de los más destacados y concienzudos de sus biógrafos, don Carlos Pereyra, historiador mexicano nacido en Coahuila, afirma que el verdadero año de su venida al mundo corresponde a 1451. Por el contrario, no existe ninguna duda acerca de su muerte acaecida en la Ciudad de Valladolid, España, un 20 de mayo del año de gracia de 1506.
En relación al lugar donde nació, también se han manejado varias opiniones: que si nació en Córcega, Italia; que si nació en la Provincia de Pontevedra, España; en fin, mucha tinta ha corrido al respecto. Sin embargo, es un hecho confirmado que nació en Génova, Italia, aunque no se sabe en qué ciudad o poblado.
El padre de Colón se llamaba Doménico Colombo y era hijo de Giovanni Colombo. Doménico casóse con Susana Fontanarrosa, oriunda de Quezzi, Génova. Era cardador de lana y tabernero en Sabona. El matrimonio contaba con cinco hijos: Cristóforo, Giovanni, Bartolomeo, Giacomo y una mujer, cuyo nombre no registró la historia.
Sus estudios y sus proyectos marítimos. Cristóbal no hizo ninguna clase de estudios universitarios, lo que no le impidió conocer, más o menos, la lengua latina, tan indispensable en aquellos tiempos. En el transcurso de su vida y de sus viajes, tomó contacto con gente de saber, lo cual le ayudó en su formación intelectual. Su aplicación en los estudios autodidactas, le llevó al conocimiento de materias tales como la geografía, la geometría, la cosmografía, la astronomía, y el arte de la navegación, que aunado a sus continuos viajes por los océanos, le hicieron un aceptable marino, aun cuando nunca un experto como muchos afirman. Pero destacaba en el dibujo de las cartas geográficas que le enseñara a elaborar su suegro, el capitán Bartolomé Perestrello, dueño de una fabulosa colección que le heredaría una vez muerto.
Ya casado con Felipa Muñiz Perestrello, Cristóbal decidió establecerse en Porto Santo, isla situada al norte de Madera. Fue en este sitio que Colón concibió la idea de llegar a Catay (China), Cipango (Japón) y la India, navegando hacia el occidente, pues suponía que si la tierra era redonda, la punta oriente de Asia debía dirigirse directamente hacia Portugal y para llegar a ella, sólo había que cruzar el Mar Tenebroso o de los Sargazos, que se encontraba más allá de las Columnas de Hércules, que hoy conocemos como el Estrecho de Gibraltar.
En 1483, a raíz de la muerte de su esposa, Colón partió para Portugal, acompañado de su hijo Diego, a exponer al rey don Juan II su proyecto marítimo. Rechazado éste, decidió encaminarse hacia España.
Llegó a la provincia de Andalucía en 1484, y sus andanzas se pierden hasta el año de 1486, en el que se encuentra sirviendo a los Reyes Católicos Fernando e Isabel. Es en esta época que Alonso Quintanilla, Tesorero de la Reina, y Fernando de Talavera, confesor de la misma, se interesaron por los planes de Colón. Dispuestos a apoyarlo sometieron el proyecto a una junta de sabios en Salamanca. La junta decidió aplazarlo, dadas las circunstancias históricas que vivía España, pues en ese año de 1486, dio inicio la campaña de Málaga contra los invasores moros.
Después de muchas vicisitudes y altibajos para lograr el patrocinio y financiamiento de Fernando e Isabel, los reyes aceptaron el proyecto, pues el 12 de enero de 1492, los moros perdieron Granada, su último reducto en España, y los soberanos quedaron libres de preocupaciones para iniciar la empresa de las Indias.
Así las circunstancias, Colón partió del Puerto de Palos en la mañana del 3 de agosto de 1492. Tres pequeñas carabelas fueron despedidas por los frailes del Convento de la Rábida, donde habitara Colón por un tiempo, y por muchos habitantes de Moguer y de Huelva. La Niña iba comandada por Vicente Yáñez Pinzón, La Santa María por el Almirante, y la Pinta por Martín Alonso Pinzón. Se iniciaba la gran aventura que cambiaría la historia del mundo americano y daría inicio al sometimiento cultural de los indígenas.
Colón llega a América. Los aventureros comenzaron su viaje tomando aguas del Mar Tenebroso con dirección hacia el poniente. Después de muchos problemas de toda índole –e incluso un intento de motín- llegaron, el 12 de octubre de 1492, a la isla Guanahani, rebautizada por Colón con el nombre de San Salvador. Al bajar de la carabela con la bandera real, fue seguido de dos capitanes que portaban sendas banderas llamadas de la Cruz Verde. Según Colón consigna en su Diario vieron “… gentes desnudas, árboles muy verdes, aguas muchas y frutas de distintas maneras” que los indígenas obsequiaron al Almirante. Éste, retribuyéndolos, les dio “Bonetes colorados y cuentas de vidrio, que se ponían al pescuezo, y otras muchas cosas de poco valor con que hobieron mucho placer y quedaron tanto nuestros que era maravilla”.
Una vez tonada en posesión la isla, arribó a otras dos del mismo grupo que designó con los nombres de Fernandina e Isabela, en honor de los Reyes Católicos. Continuó su recorrido y, el domingo 28 de octubre del mismo año, llegó a la isla de Cobba o Cuba, la cual siempre pensó como su Cipango añorado, pues nunca supo que se trataba de una isla. Partiendo de Cuba por su punta oriental y tomando hacia el sureste, se encontró, el 9 de diciembre, con la isla Bohío, “… de grandes valles y campiñas, y montañas al término, todo a semejanza de Castilla”. Y debido a esta semejanza, dióle el nombre de la Española. El desembarco ocurrió en la Bahía de la Concepción; recorrió la costa y colocó una gran cruz en el territorio que, con el paso del tiempo, se convertiría en República Dominicana y Haití. Fue en esta isla donde Cristóbal Colón comió el primer pan hecho por los indígenas americanos, y donde empezaría la debacle cultural y daría principio el genocidio de indios americanos.