Cómo hacían el pan los hebreos. Una vez que se había levado a cabo la cosecha y obtenido el grano de trigo, se le molía entre dos ruedas de piedra para obtener la harina. Esta tarea correspondía a las mujeres de la familia. Si el grano quedaba muy bien molido, se conseguía una harina muy fina conocida como “harina floreada”, usada sobre todo en la pastelería y para panes litúrgicos. La masa se formaba sobre un artesón, instrumento de trabajo doméstico que aparece mencionado en el Éxodo. Para “levantar” el pan se usaba una levadura fresca que no debía estar, por ningún motivo, ni ácida ni corrompida, pues de no ser así se transgredían los preceptos religiosos. Para levantar” el tosco pan de cebada, se empleaba una levadura de la misma masa o de masa de mijo fermentada. Para el pan de trigo bastaba con emplear una bolita de trigo candeal que se agregaba a la masa y se la dejaba reposar una noche en una vasija de barro.