Los ba-bongos del Valle del Río Ogowe en el Gabón, pertenecientes a la etnia de los pigmeos africanos, cuando un niño muere no solamente le cortan la falange al hijo que le sigue en edad al muerto, sino a todos aquellos que nacerán en el futuro. Se les cortan con el propósito de salvarles la vida, pues según la creencia de no hacerlo morirían; también se les cortan para proporcionarles mejores expectativas de vida, pues por haber cumplido con el ritual la suerte les favorecerá y de otro modo la suerte les será adversa de por vida.