La palabra copal proviene del náhuatl copalli, resina o goma blanca, que se extrae de un árbol aromático de la familia de las burseráseas llamado científicamente Bursera Jorrullensis. Puede llegar a medir hasta 7.5 metros de altura; su corteza es delgada y exfoliable. El empleo del copal en México data de la época prehispánica.