Enigmas tangibles, antiguos restos de un tiempo inaccesible al recuerdo, inaccesible a la historia, inaccesible a nuestra comprensión.
Durante siglos estas obras arquitectónicas han inspirado la imaginación, fascinación e investigación de miles de personas alrededor del mundo. Y las preguntas continúan ¿cuál es su finalidad? ¿quiénes las construyeron? ¿de dónde sacaron el saber científico y astronómico tan extraordinariamente avanzado necesario para construir estas estructuras? y aunque existen diferentes teorías, ¿por qué persiste la sensación de no entender su verdadero significado?
Los piramidólogos creen que muy posiblemente son <resonadores> o acumuladores de energía y han determinado que las frecuencias irradiadas por la Tierra y las radiaciones cósmicas coinciden en el seno de la estructura piramidal y producen una frecuencia pulsante y dicha frecuencia, sugieren, podría ir asociada a una radiación energética. Por lo tanto las civilizaciones que construían pirámides debieron tener avanzados conocimientos matemáticos y astronómicos.
Cuando escuchamos pirámides, inmediatamente nos viene a la mente Teotihuacán, Chichen Itzá, las pirámides de Egipto por supuesto, pero en realidad existen por casi todo el mundo como; China, Japón, Grecia, Francia, Bosnia y hasta sumergidas en el océano, como un grupo de científicos canadienses descubrieron no hace mucho en el Triángulo de las Bermudas, quienes afirman podrían estar asociadas con el mítico continente de la Atlántida.

¿Cómo es que pirámides alrededor del mundo puedan tener técnicas y conocimientos tan parecidos? ¿es posible que estos conocimientos y técnicas pudieron ser enseñados a los constructores de pirámides por seres ajenos a esas civilizaciones?.
Hay diversas opiniones al respecto, por un lado los arqueólogos dicen que eran lugares sagrados como templos o tumbas, pero otros dicen que nunca lo fueron.
Les compartiré un fragmento respecto a las ciudades de la antigüedad.
“…ellos debían utilizar la energía del sol y de la tierra junto a las aguas, alineando las energías de equilibrio tal como los padres estelares de Sirio y las Pleyades habían enseñado. Las grandes construcciones de la Tierra, son mapas y guías, son equilibradoras, como las pirámides, que poseían una función social y planetaria, y no de ego, como muchos suelen creer.
Las ciudades donde la gente habitaba eran de colores vivos y claros, alineando las calles con el paso de las energías, utilizando las energías del ambiente sin modificarlo ni destruirlo…”
Cada quién puede tener su propia opinión al respecto, pero no cabe duda que el enigma que envuelve estas maravillosas obras arquitectónicas seguirá fascinando con su misterio y quizá, si miramos con cuidado, podamos aprender de este pasado glorioso y aplicarlo en el futuro.
Max Toth y Greg Nielsen. “El poder mágico de la pirámide”, 1977.
http://quo.mx/noticias/2012/10/23/atlantida-en-el-triangulo-de-bermudas
Matías De Stefano, “Vivir en la Tierra”, 2012.
Fuente imagen: http://www.mexicoaqui.com/
http://armakdeodelot.blogspot.mx/2013/01/quien-diga-piramides-no-piense-solo-en.html