Los mitos de creación

Los pueblos indígenas, a lo largo de su devenir histórico, han elaborado un conjunto de respuestas colectivas a sus necesidades vitales, a fin de poder hacer frente a las condiciones de su entorno natural y social; respuestas son el producto de la experiencia acumulada durante el intercambio de las relaciones humanas. Tales respuestas, que se manifiestan en sistemas valorativos, de percepción y de organización del mundo y estrechamente relacionadas con el desempeño de las actividades cotidianas, conforman la cosmovisión o concepción del mundo.

Por medio de la cosmovisión el indígena conoce su remoto origen, la composición y distribución del universo y de las leyes encargadas de regular el equilibrio del cosmos. Tales conocimientos hacen posible la ejecución de sus acciones en la tierra, la continuidad, cohesión e identidad del grupo cultural al que pertenece.

En el pluricultural mundo de los pueblos indígenas, existen tantas cosmovisiones como etnias hay en los países americanos. Sin embargo, casi todas ellas han surgido de la fuente común mesoamericana y andina, a la vez que se han nutrido, en mayor o menor medida, de posteriores aportes ideológicos occidentales y aun africanos.

En la cosmovisión indígena los ámbitos de la naturaleza, la sociedad y lo sagrado se encuentran estrechamente unidos, y son determinantes en la realización de las actividades diarias de los individuos y de la colectividad. La cosmovisión se dinamiza día con día, y se trasmite por generaciones a través de la práctica regular de los ritos, de la vigencia y aplicación de los calendarios solar y religioso, y de la continua reproducción de los mitos por medio de la invaluable tradición oral.

Los mitos de creación o mitos cosmogónicos -del griego κοσμογονία o κοσμογενία, siendo κοσμος “el mundo” y la raíz γί(γ)νομαι, γέγονα, “nacimiento, nacer”- son relatos tradicionales que expresan dicha cosmovisión, y en los cuales los actantes o personajes, son dioses primarios o secundarios, héroes culturales, y seres mágicos y fantásticos. Su temporalidad remonta al inicio del mundo o aun a antes. A través de tales mitos, los seres humanos se explican la creación del mundo, de los dioses y de los hombres, de la naturaleza y de los animales. Dentro de la mitología pueden ser considerados, sin temor a exagerar, como los de mayor importancia, dada la temática de los mismos: creatio ex nihilo.

Los mitos cosmogónicos expresan la ideología de la sociedad en que se producen, mantienen la conciencia de pertenencia e identidad al justificar las reglas, prácticas rituales y ceremonias de los pueblos indígenas, sea cual fuere la religión que profesan y el tipo de sociedad en que viven. Es por medio de los mitos de creación que los indígenas justifican su aparición en la Tierra y en el universo, a la vez que les otorgan la posibilidad de dar respuesta a las incógnitas que les plantean la adversidad de los fenómenos naturales. Los mitos son, pues, la explicación y justificación de la existencia del mundo. Justifican la existencia de normas de conducta que les son dictadas a los hombres por los dioses, o por los héroes culturales a quienes las deidades emplean como conductos mediadores eficaces.

Es un hecho curioso, a la vez que lógico, el que todos los pueblos del mundo posean mitos de creación, entre muchos otros que no atañen a la cosmogénesis; muchos de ellos presentan elementos comunes, otros son sui generis, pero todos cumpliendo las mismas funciones; a saber, obtener una visión integradora del mundo; una explicación necesaria, tranquilizadora o no, para la comprensión de los fenómenos naturales; la forja de patrones de identidad comunitaria; y la indispensable cohesión del grupo al que se pertenece.

La estructura conceptual de los mitos de creación conlleva, narrativamente, algunos elementos sine qua non; a saber: el tiempo inicial o primario en que se efectuará la creación; el espacio donde brotará la vida; el surgimiento de dioses primarios, casi siempre creados por sí mismos o preexistentes eternamente; el proceso de la creación de los dioses creadores secundarios. por obra de los dioses primarios o de algún elemento que ellos propician; la creación de héroes culturales cuyas acciones tienen como meta civilizar a los pueblos; la creación del hombre y de la mujer primigenios; la creación de los elementos y los fenómenos que integra a la naturaleza (plantas, montañas, animales, ríos, etc.); el ordenamiento del universo en planos superpuestos; el ordenamiento del universo en atención a los rumbos sagrados; la existencia de ciclos o etapas necesarias a la creación, que varían de una hasta muchas más, que se destruyen y resurgen, hasta llegar a la etapa sin retorno, donde el mundo debe acabarse para siempre.

Deja un comentario