Los chichimecas, tribus de estirpe nahua de guerreros y cazadores-recolectores procedían del norte, de la Amaquemecan, lugar formado por diversos grupos como los chichemacas totolimpanecas, los tlaylotlacas, y los tenencas, quienes habían formado sus respectivos asentamientos: Itztlacozauhcan, Tlayllotlacan Amaquemecan, Tzacualtitlan Tenanco Amaquemecan y Atlauhtlan Tzacualtitlan Amaquemecan, en lugares asentados en la zona llamada Aridoamérica, para, posteriormente ocupar tierras mesoamericanas del centro. Sus dominios llegaron a abarcar lo que hoy conocemos como Baja California, Guanajuato, Puebla, Michoacán, Veracruz, Hidalgo, Jalisco, Estado de México, Morelos, Querétaro, Aguascalientes, San Luis Potosí, Zacatecas y Puebla.
A partir del siglo X, dio inicio su expansión hacia el sur. Algunos de los grupos migrantes mantuvieron su estatus de grupos bárbaros, mientras que otros formaron culturas muy importantes y señoríos tales como los de Tenayuca, Culhuacan, Atzcapotzalco, etcétera, sobresaliendo el señorío de Texcoco, todos ellos ligados por un origen común, relaciones políticas y una misma religión más o menos similar. Constituían el Chichimecatlalli, La Tierra de los Chichimecas. Su inicial capital fue Tenayuca; posteriormente, en el siglo XIII, el cacique Quinatzin, abuelo del famoso Ixtlixóchitl, la pasó a Texcoco, donde llegó a forjarse una gran y exquisita cultura.
En el siglo XIII un grupo chichimeca llegó a Tollan Xicototitlan, la famosa capital de los toltecas -cuyo mayor desarrollo se dio durante el Período Posclásico Temprano-, y lo invadieron conquistándola. De ahí, se dirigieron al sur, los que llegaron al Valle de México, iban bajo el mando y guía de Xólotl. Tal ocupación tuvo lugar en el año 1168 d.C. Estos chichimecas venían del norte, y al llegar al Valle Xólotl decidió fundar la mencionada Chichimecatialli, donde se asentaron junto a pueblos sedentarios ya existentes en la zona. Xólotl repartió su señorío entre los seis importantes que llegaron con el: Cuauhhatlapatl, Acatónatl, y Cozcaquauh, quienes debían gobernar la región de Chalco, junto con el tolteca Chalchiuhtlatónac. A Mattliztac, le correspondió la zona llamada Tepetacac, y a Técpatl y Quauhtliztac les dio el mando de la provincia de Magahuacan.
Los chichimecas estaban formados por seis pueblos fundamentales: pames y chichimecas-jonás, guamares, zacatecos, caxcanes, guachichiles, tecuexes, y cocas. Los pames se encontraban cerca de la Ciudad de México, en Querétaro, y parte de Tamaulipas; estaban muy influenciados por grupos otomíes en cuanto a la religión y a la organización social. Otros se encontraban en Acámbaro, Tulimán, Orirapúndaro, Ucareo, San Pedro, Sichú, Ixmiquilpan, etc. En cambio, los cchichuimecas jonaz se asentaron en las sierras del norte de Guanajuato. Se dividían en varios grupos o parcialidades: macolios, guaxabanes, mascorros, coyotes y alaquines. Los pames se alimentaban principalmente de maíz tostado y frutos que recolectaban. Las mujeres vestían huipiles largos y los hombres una manta atada en la cintura. Adoraban al Sol, a la Diosa del Maíz y a la del agua; deidades a las que honraban con danzas y ceremonias. Contaban con una bebida hecha a base de agua y piloncillo. Vivían de la recolección, la caza, y de una incipiente agricultura; para obtener productos que aún no cosechaban u objetos que les eran necesarios, practicaban el trueque con los purépecha y los teenek. Y aunque se dice eran los menos belicosos, se pasaban gran parte de su existencia en lucha contra grupos vecinos.
Los guamares ocupaban parte de Guanajuato (Caramo, Pénjamo, Villaseñor), ahí formaron la Confederación Guarame, o Pechichitane Altepetlascostli, como era llamada por los pueblos nahuas, junto con los copuces. Se dice de ellos que eran los más valientes y belicosos entre los chichimecas.
Los zacatecos se extendieron hacia el oeste de Zacatecas, y colindaban con los guachichiles y los tepehuanes de Durango. Fueron sobre todo nómadas, pero parte del grupo era ya sedentario. Su territorio principal se encontraba en Malpaís e incursionaban hacia sitios colindantes con Guanajuato. Como eran muy belicosos, constantemente atacaban a los pueblos caxcanes. Gustaban de llevar collera y medias calzas.
Por su parte, los caxcanes se desplazaban por Aguascalientes, Jalisco, Juchipila, Nochistlan, y demás poblaciones cercanas. La tribu contaba con un subgrupo conocido como los tezoles. Todos ellos eran seminómadas y pertenecían al grupo yuto-azteca. Según Antonio Tello fueron unas de las tribus que salieron de Aztlán, al mismo tiempo que los mexicas. Para algunos otros investigadores, los caxcanes procedían del mítico Chicomoztoc, el que abandonaran a causa de los continuos ataques de los zacatecos. El grupo se extinguió debido al mestizaje, la guerra y la peste. En un principio, en el Período Preclásico, habitaron parte de Sinaloa; y en el Período Clásico conquistaron Tuitán y el Valle de Teunchan. Para 1300, en el Postclásico, se asentaron en Nochistlán.
Los guachichiles, se desplazaban por Saltillo, Zacatecas, San Luis Potosí y Coahuila, pero tenían como cuartel general a Tunal Grande, donde conseguían sus alimentos por ser una zona rica en productos naturales. Los “cabezas pintadas de rojo”, nombre que adquirieron por teñirse de ese color la cabeza y el cuerpo, se adornaban con plumas rojas y posiblemente practicaban la antropofagia, a decir de los zacatecos. Los caxcanes estaban divididos en los de Mazapil, los de Las Salinas, y los de Tunal Grande. Su lengua pertenecía a la familia corachola del Tronco Yuto-azteca. Su organización era patriarcal, y obtenía el liderazgo el cacique más fuerte. A veces, se separaban para formar nuevos grupos, o se unían dos tribus por medio del matrimonio. Existía un caudillo militar y atacaban en grupos de guerreros, armados con flechas, dardos y lanzas, y armas de obsidiana. No contaban con un panteón religioso y se limitaban a clamar a las estrellas cuando los elementos de la naturaleza los aterrorizaban. Solían quemar a los muertos y depositaban sus cenizas en una alforja de gamuza que ataban a la cintura si los difuntos eran parientes, sino esparcían en el campo las cenizas.
Por su parte, los tecuexes, o tecuanis en náhuatl, se localizaban en el noreste y centro de Jalisco; su lengua de filiación nahua, pertenecía al Tronco Yuto-azteca. Estaban organizados en señoríos independientes gobernados por linajes de guerreros. Antes de la conquista española existían nueve de estos señoríos. Fueron sedentarios, se asentaron cerca de ríos; llegaron a cultivar maíz, frijol, calabaza y chía; y contaban con artesanos, a decir de Toribio de Benavente, que hacían cuerdas, casas y labraban la piedra.
Los cocas, se encontraban incursionando por los valles de Chapala en Jalisco. Antes del arribo hispano existían tres señoríos: Cocula, Coinan, y Chapallan.
Hasta aquí nuestra breve reseña.