Las mutilaciones dentarias se han practicado en muchas partes del mundo y desde muy antiguo; sus variantes son muchas, como sabemos. En nuestro país han existido desde la época prehispánica; los cronistas dan testimonio de ello, así como otras fuentes tales como el mural que se encuentra en Tepantitla, Teotihuacan, en el Estado de México, el cual representa al Tlalocan, el Paraíso de Tláloc. En dicho mural podemos apreciar a un hombre a quien otro modifica los dientes. En el Popol Vuh, libro sagrado de los mayas antiguos encontrados testimonios de la mutilación dentaria; por ejemplo, un mito afirma que el héroe Vukub Cakix, tenía algunos dientes con incrustaciones de piedras preciosas, los cuales le fueron removidos y cambiados por granos de maíz. Asimismo, se sabe que las mutilaciones dentarias se practicaban en algunos lugares como Cuba, Brasil, África, y en Centro y Suramérica, en grupos amazónicos, en las Filipinas y en el Archipiélago Malayo. También encontramos mutilaciones dentarias en Perú, Ecuador y Argentina; en los Estados Unidos: Texas, Georgia, Tennessee e Illinois.
Fray Bernardino de Sahagún informa en su Historia general de las cosas de las cosas de la Nueva España, que: …limaban sus dientes a posta y los pintaban de negro y otros colores. A su vez, fray Diego de Landa nos dice en su obra Relación de las cosas de Yucatán: …y hacían este oficio viejas, limándoles con ciertas piedras y agua, para dejar los dientes como sierra…
La mutilación dentaria siempre ha sido realizada por personas especializadas, y existen fuentes que nos dicen que, en algunos lugares del mundo, fueron las mujeres quienes la ejercían. Es muy posible que se emplearan analgésicos para aminorar el dolor como por ejemplo el olhioliuqui (Turbina Corymbosa). Las modificaciones dentarias se realizaban cuando las personas eran ya adultas. Según estudios realizados por especialistas fue mucho más común entre los individuos del género masculino durante el Período Preclásico; en cambio fue más frecuente en las mujeres del Horizonte Clásico.
Según la clasificación del antropólogo Javier Romero, contamos con cinco técnicas para tal efecto: a) La extracción, que se lograba golpeando una tablita con una piedra sobre el diente. b) El limado, desgastando por frotación de un objeto sobre la superficie del diente. c) La fractura, que se obtenía aplicando sobre el diente un objeto filoso y golpeando con un martillo de diversos materiales. d) El corte, en el que se mutilaba la corona del diente con trozos de sílex afilados. e) La incrustación, donde los dientes se decoraban con diversos elementos, como piedras preciosas. Es la técnica más compleja de realizar. En ella se empleó el uso del taladro de madera y gomas de duración extraordinaria.
Existe otra clasificación de técnicas elaborada por el doctor argentino Alberto Marcellino: a) Técnicas simples: que incluyen extracción, tallado, aserrado, limado, perforación (incrustación). b) Técnicas combinadas: en las que aparecen combinadas las técnicas antes mencionadas.
Las razones por las que se ha practicado la modificación dentaria son varias: por formar parte de ritos, como por ejemplo el duelo o la iniciación; como marca tribal; por razones religiosas, estéticas, de jerarquía, de estatus o de castigo. Todas las razones mencionadas obedecen a las cosmologías propias de los pueblos, así como a las creencias religiosas que en ellas subyacen. Veamos ahora algunos ejemplos de modificaciones dentarias.
En el territorio cultural denominado Mesoamérica florecieron culturas tan importantes como la olmeca, la tolteca, la maya, la mixteca, la zapoteca y la mexica. Todas ellas fueron afectas a las mutilaciones dentarias; iniciadas 1,400 años antes de Cristo, la práctica se prolongó hasta los primeros años del siglo XVI, cuando llegaron los conquistadores españoles y la prohibieron. Se han encontrado trabajos de mutilaciones en sitios tales como Michoacán, el Valle de México, Veracruz, Oaxaca, Yucatán, Honduras Guatemala y Belice.
Según el antropólogo físico Javier Romero, en su libro Mutilaciones prehispánicas de México y de América en general, la mutilación dentaria cultural se clasifica en: 1. Modificación del contorno del diente: – En el borde incisal; en el ángulo de la corona; y en los dos ángulos. 2. Modificación de la cara vestibular: – Mediante incrustaciones por medio de líneas; y mediante incrustaciones o remoción del esmalte. 3. Modificación del contorno y de la vestibulación: -En el borde incisal con líneas en la cara anterior o con remoción de parte del esmalte; en el borde incisal, en uno o ambos ángulos, con aplicación de incrustaciones.
En cuanto a las razones por las cuales los hombres han acostumbrado la mutilación dental, podemos menciona algunas, sin ánimo de agotarlas todas: a) Rituales religiosos, como los ritos de pubertad y de iniciación. b) La existencia de tótems en el grupo, por lo que la mutilación se asemeja a los dientes de algunos de esos animales totémicos. Como por ejemplo el león entre los chokwe de Angola oriental, y la piraña entre los ticunas de la Amazonia. c) Identificadores del grupo tribal al que se pertenece, como por ejemplo los lozi y los ngangela subsaharianos de África que mutilan los bordes mesiales (dirección o cara del diente que apunta a la línea media, hacia el centro) de los dos incisivos en forma de V al revés. d) Razones meramente estéticas, como entre los lunda de África. e) Para que el alma pueda entrar y salir del cuerpo durante el sueño, tal cual piensa los nawdi africanos. f) Para que la comida se pueda introducir en la boca, si por alguna razón la mandíbula se traba, como ocurre entre los pokot, hausa y yorabu subsaharianos. g) Como señal de luto como acostumbran entre algunos grupos de la Polinesia. h) Para desgarrar la carne de la presa humana en tribus caníbales.