La numeración maya fue creada durante el primer milenio de nuestra era, primordialmente, para ayudar a medir el tiempo y no para operaciones matemáticas. Por lo cual se encuentran en estrecha relación con el calendario, los años, los meses y los días. Tres fueron los sistemas gráficos de la representación de los números. El primero empleaba puntos y rayas y el óvalo o caracol), el segundo se trataba de una numeración cefalomorfa de numerales en forma de cabeza, y el tercero era un sistema antropomorfo, en el cual se utilizaban figuras humanas. Como la numeración era vigesimal, las cantidades se agrupaban de 20 en 20, del 0 al 19. Después del 20 se ponía un punto y seguía la siguiente agrupación numérica. Los números se escribían de abajo hacia arriba, y en cuatro niveles. En el primer nivel se colocaban las unidades; en el segundo los grupos de 20 o las veintenas; y en el tercer nivel se colocaban los grupos de 20×20; y el cuarto grupo o nivel se ponían los grupos de 20x20x20.
En el primer sistema el punto tenía valor de uno, la raya de cinco, y el caracol de cero. Aun siendo un sistema vigesimal, el cinco era la base. La unidad era el punto, dos puntos representaban al 2, tres al 3, cuatro al 4. Así pues el seis se representaba con una raya la que se añadía un punto encima de ella; hasta llegar al nueve que se escribía con una raya con cuatro puntos. Al llegar al número diez se colocaban dos rayas horizontales. El once se escribía con dos rayas horizontales y dos puntos encima de ellas, hasta llegar al catorce: con dos rayas horizontales y cuatro puntos. El número quince se escribía con tres rayas horizontales, hasta llegar al diecinueve escrito con tres rayas horizontales y cuatro puntos. Este tipo numerológico recibe el nombre de sistema de numeración aditivo, ya que para comprenderlo se deben sumar los valores de los símbolos. El punto solamente se repite cuatro veces, pues si se llega a cinco, entonces se empleaba la raya, que no puede ponerse más que tres veces, pues cuatro rayas implicarían que se quiere escribir un número igual o más grande que veinte, que requeriría el uso de otro nivel mayor. Entonces, para escribir un número mayor que veinte se empleaban los mismos signos pero con un diferente valor, connotados según la posición en que se encontraran.
Como dijimos, la escritura de los números iba de abajo para arriba. Así pues, en el primer orden de hasta abajo se ponía la unidades que iban del cero al diecinueve. En el segundo orden los puntos tenían el valor de veinte unidades y la raya de cien unidades; así el nueve del segundo orden vale 9 x 20 lo cual da ciento ochenta que sumadas a las 6 del primer orden dan el número 186. El tercer orden es irregular, los signos escritos en este orden valen 18x20x1, y cada punto vale 360 unidades (irregularidad que se justifica porque los tunes mayas (años) están formados por 360 días. Lo que origina que el punto del terecr nivel valga 360 (para las fechas) y 400 en otras numeraciones. En cambio, el primer nivel se relacionaba con los kíno’ob, los días, y el segundo con los uinalo’ob, es decir, los meses. Para escribir números muy grandes, se recurría a un cuarto nivel.
El cero se representaba por medio de un caracol, una especie de media cruz de malta, una cara cubierta por una mano o una mano bajo una espiral.
Los números de cero al veinte llevaban los siguientes nombres: uh, hun. ka, ox, can, hoo, uac, uuk, uaxak, bolon, la-hun, buluk, lahak, oxlahun, canlahun, hoolahun, uaklahun, uuklahun, uaxaklahun, bolonlahun, y hun kal.
En cuanto al sistema de cabezas variables se dice que estaba fundamentado en jeroglíficos antropomórficos que representaban las cabezas de algunos dioses, a las trece deidades del mundo superior, llamadas las patronas del número, más seis variantes, lo que hacía necesario escribir del 0 al 19 con signos diferentes. Los dioses eran Imix, Ik, Akbal, Kan, Chikchan, Kimi, Manik, Lamat, Muluk, Ok, Chuwen, Eb, Ben, Ix, Men, Kib, Kaban, Etznab, Kawak y Ahua.
En relación a la numeración mexica sabemos que emplearon también la base vigesimal, es decir que contaban por veintenas, de tipo aditivo. Los números del 1 al 19 se representaban con puntos, salvo el cinco que se escribía con una mano y a veces para indicar en 1 se empleaba un dedo. El número veinte era una bandera, el 400 se escribía con una pluma o cabellos (20×20), y el 8000 con una bolsa (20x20x20).
Los cuatro símbolos empleados estaban relacionados con la planta del maíz. El uno, representado por un punto o dedo, connotaba la vaina de la semilla del maíz; la bandera, simbolizaba la usada en la marcación de la milpa (20); la pluma, remitía al dibujo de una planta de maíz (400), y la bolsa, connotaba una muñeca de maíz, figura decorativa, (8,000). Para obtener las cifras se iban combinando los puntos, las rayas, las banderas y las bolsas. Por ejemplo para escribir que se trataba de 100 hombres, se ponían cinco banderas sobre la figura de un hombre. Veamos ahora el nombre de los números mexicas:
Poaliztli: 0- Atle, Ce-1, Ome-2, Yeyi-3, Nahui-4, Macuilli-5, Chicuace-6, Chicome-7, Chicueyi-8, Chiconahui-9, Ma’tlactli-10, Ma’tlactli Ihuan Ce-11, Ma’tlacti Ihuan Ome-12, Ma’tlactli Ihuan Yeyi-13, Ma’tlactli Ihuan Nahui-14, Caxtolli-15, Caxtolli Ihuan Ce-16, Caxtolli Ihuan Ome-17, axtolli Ihuan Yeyi-18, Caxtolli Ihuan Nahui-19, y Cempohualli-10.