La Navidad es la fiesta litúrgica del nacimiento de Jesús. Los cristianos que la celebran lo hacen de diferente manera, de acuerdo con las costumbres del país o incluso de la región en que viven. No obstante las peculiaridades de esta celebración, su esencia es la conmemoración del nacimiento de Jesucristo, sin importar que no se tenga constancia de la fecha exacta en que dicho alumbramiento ocurrió.
A pesar de la importancia que tuvo para los creyentes la llegada del Mesías, es curioso que en los primeros años del cristianismo sólo se conmemoraran las fechas relativas a la muerte y resurrección de Jesús de Nazaret (la Semana Santa y la Pascua), y que no fuera sino hasta el siglo IV cuando se empezó a festejar la Natividad. Por otra parte, y como apuntamos, tampoco se sabe la fecha precisa del nacimiento, pues a diferencia de otros sucesos de la vida del nazareno, que fueron reseñados por los cuatro evangelistas, sólo San Lucas y San Mateo hablan de ella. Por ejemplo, San Mateo señala: …nacido, pues, Jesús en Belén de Judá en los días del rey Herodes, llegaron del Oriente a Jerusalén unos magos, diciendo ¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer?
Además de imprecisas, las referencias históricas no coinciden entre sí, pues según Dionisio el Exiguo, el nacimiento de Jesucristo tuvo lugar en el año 754 de la fundación de Roma, lo cual no sería posible si los que dice San Mateo es cierto, ya que Herodes el Grande falleció cuatro años antes, en 750. Adicionalmente. Los registros históricos sólo incluyen el censo (probablemente el que cita San Lucas) realizado por Cirino entre los años 6 y 7 d.C., pero hay quienes consideran que ese empadronamiento se llevó a cabo entre los años 8 y 6 a. C. Así pues, teólogos y estudiosos del tema han dirigido sus esfuerzos a determinar, por un lado, la fecha y el día exactos del nacimiento y, por el otro, los orígenes y evolución de la celebración de Navidad.
Determinación de la fecha. Las investigaciones históricas y las teorías acerca de la fecha del nacimiento de El Salvador, o han logrado un acuerdo definitivo y concluyente. Lo que sí es seguro es que, en el año 313, en los tiempos en que gobernaba Constantino I el Grande (288-337), se promulgó el edicto de Milán, el cual declaró al cristianismo religión oficial de todo el Imperio Romano. Fue entonces cuanto, para intensificar y facilitar los trabajos de evangelización y conversión, se buscó fijar una fecha del nacimiento de Jesús. Según Michel Meslin en el Diccionario de las religiones, la Navidad se empezó a festejar el 6 de enero en Oriente y el 25 en Occidente. Ambas fechas coincidían con otras celebraciones que tenían lugar entre los pueblos de la antigüedad, las cuales no se fundamentaban en principios o creencias propiamente cristianos pero que compartían entre sí la celebración de la luz y del sol.
En Oriente. En el calendario de festividades griegas se registra la fiesta de “la luz que aumenta”, “del nacimiento del sol”, celebrada en el solsticio de invierno, fecha que según el calendario juliano correspondía al 6 de enero. Además, la noche entre el 5 y el 6 de enero los griegos también realizaban una procesión de antorchas para festejar el nacimiento del Tiempo Nuevo (Aion), y es significativo que esta fiesta ya se llamara Epiphaneia (epifanía, es decir, manifestación)
Por otro lado, entre los egipcios el solsticio de invierno revestía gran importancia, pues consideraban que ese día, el más largo del año y en el cual la luz se prolonga, las aguas del Nilo adquirían un poder mágico, capaz de realizar curaciones; de este modo, la fecha poseía un significado milagroso. Luego entonces, que el 6 de enero los cristianos celebraran la Epifanía, día del bautizo de Jesús en el Jordán y que representa la primera manifestación de Cristo en la Tierra, no es del todo ajeno a las celebraciones paganas que también aludían a una fiesta de las luces y a un nacimiento. A principios del siglo IV, se agrega a la fiesta de la Epifanía la celebración del nacimiento de Jesús.
En Occidente. Entre los romanos también encontramos una superposición de celebraciones cristianas y paganas. En 274, el emperador Aureliano decretó que la religión oficial de todo el imperio romano sería el culto al Sol Invicto, y la fecha en que se conmemoraba a tal deidad era el 25 de diciembre. Asimismo, la tarde del 24 de ese mes los persas, seguidores de Mitra, portador de la Luz Divina, encendían fogatas para facilitar al sol su elevación más allá del horizonte. Asimismo se cree que el establecimiento de la Navidad el 25 de diciembre tuvo como intención reemplazar a las Saturnales (Saturnalia), fiestas romanas destinadas a celebrar a Saturno, dios de la agricultura; sin embargo, esto resulta improbable porque no hay una coincidencia exacta con la fecha de la natividad, y ni siquiera un acuerdo sobre las fechas en que las Saturnales tenían lugar (no se sabe si se festejaban en 17 y 18 de diciembre o entre el 19 y 25 del mismo mes).
Teniendo en cuenta lo anterior, no sorprende que la determinación del 25 de diciembre como fecha del nacimiento de Jesús responda a la necesidad de los cristianos por eliminar las reminiscencias de oltras religiones, esta situación no invalida que, desde el punto de vista cristiano, también se considere al Mesías como un “Sol de justicia” –representado como un sol ascendente-, y que su nacimiento se haga coincidir con la cima del año solar.
Existe otra explicación, esta sí con base en los principios cristianos, de por qué la Navidad se celebra el 25 de diciembre. Según los Evangelios de San Lucas, Jesús fue concebido seis meses después que Juan el Bautista; es decir, el 25 de marzo¸ de aquí resulta que la fecha de su nacimiento habría ocurrido nueve meses después: el 25 de diciembre. Una tercera interpretación sobre la fecha de la Navidad es la de Clemente de Alejandría, quien escribió que ésta ocurrió durante la primavera. Otros estudiosos han desarrollado complicados argumentos cronológicos a partir del “plan de las eras”, una teoría de la historia del mundo que según Kirsopp Lake (…) estableció el hecho de que el primer día de la creación fue el equinoccio de verano, cuando todo se convierte en vida, y el día y la noche son iguales (…) Más aún, la luna, creada dos días después, se creó como luna llena. Así que el primer día de la creación fue domingo, 25 de marzo, cuando no era luna llena. Entonces Dios aplicó el cielo del sol y la luna y la información cronológica (…) estableció el lunes 12 de abril como el día de la Pascua de los judíos del Éxodo. Después, Dios aplica el mismo ciclo al tiempo entre el Éxodo y la Natividad, que se establece al aplicar juntos los reinos de los Reyes desde el Éxodo hasta el tiempo del cautiverio (…) Las siete semanas representan los 49 años que tomaron en construir el Templo y las 62 semanas simbolizan los 434 años entre las construcción del Templo y el nacimiento del Mesías; además, los70 años de cautiverio se suman para que la Navidad suceda 1548 años después del Éxodo, y como el Cordero Pascual fue un tipo de Cristo, Él debe de haber nacido durante el tiempo de Pascua de ese año; de acuerdo con el ciclo en este año, el 28 de marzo fue la creación del Sol (…)
No se sabe con certeza a partir de qué fecha se celebra por primera vez la Navidad, pero existe el consenso de que alrededor de los años 353-354 ya se festejaba el 25 de diciembre. La fecha fue establecida por Roma (dejando para el 6 de enero la celebración de la Epifanía) y se difundió, no sin enfrentar gran resistencia, hacia el resto del mundo. Actualmente la iglesia católica, apostólica y romana, las iglesias protestantes y las ortodoxas de Constantinopla, Alejandría, Antioquía, Rumania, Chipre, Grecia, Finlandia y la Diáspora, festejan la Navidad el 25 de diciembre. En cambio, las iglesias calcedonianas ortodoxas de Jerusalén, Rusia, Serbia, Bulgaria, Polonia, Georgia y Checoslovaquia la celebran el 6 de enero, al igual que las ortodoxas no calcedonianas, la etíope, la copta, la sirojacobeta y la hindú. La iglesia armenia la celebra el 18 o el 19 de enero.