Significado de la palabra “chicaleros”. El término “chicaleros” deriva del vocablo “chical”, que hace referencia a un platillo propio de la Cuaresma elaborado con elote, chile colorado y algunas especies. Este platillo se acostumbra comer en el estado de Nuevo León. Para prepararlo el elote se pone a secar, y una vez seco se desgrana; los granos se someten a remojo, y se muelen en un metate, para luego guisar la pasta con los ingredientes mencionados.
¿Quiénes son los chicaleros? Los chicaleros son los danzantes que integran la Danza de los Chicalero, también conocidos como los Viejos Chicaleros o simplemente Los Viejos. Esta danza se ejecuta en el Municipio de Galeana, N.L., ubicado al suroeste del estado, en la Congregación de San Francisco de los Blanco, y en varios ejidos como el 18 de Marzo, El Derramadero, San Rafael, y Labradores. El número de integrantes de tal danza es variable, pues puede participar cualquier persona que lo desee. Otros personajes que aparecen en la danza son La Vieja, interpretado por un hombre disfrazado de mujer, y Federico, un monigote elaborado con trapos y zacate, el cual aparece montado en un burro durante toda la duración de la danza. Una de las normas a que está sujeto el bailable prohíbe que los Viejos hablen mientras se encuentran disfrazados, a más de que de vez en vez deben intercambiar las máscaras entre ellos. Estas acciones las realizan con el propósito de guardar el incógnito y de que nadie se entere de quiénes son en la vida cotidiana. Si se llega a romper la regla del silencio, reciben un buen chicotazo por parte de sus compañeros.
Realización de la Danza de los Chicaleros. Con el fin de participar, las personas que desean hacerlo deben de registrarse con el Diablo Mayor (o El Mayor) una semana antes de que inicie la Semana Santa. El Diablo Mayor y el Juez Auxiliar son los encargados de la organización de la danza. La danza da inicio el Miércoles Santo por la tarde, y se prolonga el Jueves y Viernes santos, para terminar el Sábado de Gloria. Para comenzar la danza, los chicaleros se colocan en dos hileras, frente a frente. Los sones que la integran son El Patito y el Pica Perica ejecutados con un acordeón, guitarra y bajo sexto. En un momento dado del bailable, cuando los Viejos tienen hambre acuden a cualquier casa para pedir que les den un plato de chical. Una vez satisfecha el hambre, vuelven a danzar. En medio de los Viejos, se encuentra La Vieja (o Chicalera) que baila con los hombres que le llevan sus compañeros de danza, a los cuales les pide dinero por bailar con ellos. Cuando a La Vieja le gusta uno de los hombres con los que ha bailado, tratar de huir con él, pero los Chicaleros no se lo permiten. Si algunos de los hombres elegidos para bailar con La Chicalera no quiere hacerlo, de todos modos debe de pagar, y un Chicalero le truena el látigo en castigo por su negativa.
Otra parte de la danza consiste en que La Vieja imita los movimientos que se realizan en la siembra del maíz; los Chicaleros la imitan, todos colocados en círculo. Estas acciones se ejecutan con el fin de obtener una cosecha satisfactoria, hecho que indica que la danza es de carácter propiciatorio.
El Viernes Santo, al caer la tarde, los Chicaleros roban algunos objetos de las personas o de sus casas –casi siempre objetos de poco valor-, pero se trata de robos simulados. Los “robados” recuperan lo hurtado al otro día, mediante un cierto pago, que nunca es muy elevado. El Sábado de Gloria, tiene lugar la quema del muñeco Federico, mismo que durante el transcurso de toda la danza ha recorrido en burro las calles del pueblo. Se le quema con cohetes que se le amarran al cuerpo. Esto acontece cuando los objetos “robados” son devueltos a sus dueños, a quienes se les recita un pequeño verso. El dinero que se recaba, sirve para sufragar los gastos de la danza y los músicos que tocan los sones. Por la tarde del Sábado de Gloria, la Chicalera debe conseguir un novio que satisfaga a los Viejos. Con el novio seleccionado La Vieja huirá y los Viejos se mostrarán muy contritos por tal hecho, se lamentaran y lloraran, y pedirán perdón al Cielo por los pecados cometidos. Mientras los Viejos sufren y sollozan escandalosamente, de repente aparecen los fugados vestidos para casarse. Un “juez” los casa en una ceremonia jocosa con la lectura del acta matrimonial que a todos divierte por ser muy chistosa. Cuando los novios firman, todos los Chicaleros se ponen a hacer sonar su chicote con fuerza.
Indumentaria de la Danza de los Chicaleros. Los Viejos van ataviados con pantalones y camisa de todos los días; los brazos, las piernas y el torso van cubiertos por costales de ixtle que se fijan por medio de mecates; en la cabeza llevan un paliacate y sobre la cara una máscara elaborada con pieles de borrego, conejo o chivo y adornada con cuernos; algunas máscaras representan al diablo y se hacen con hojalata; en la mano derecha llevan un látigo de ixtle; y calzan botas. La Chicalera se pone un vestido de uso diario; lleva una peluca y huaraches sobre medias de popotillo; su máscara es una caja de cartón con aberturas para los ojos y la boca, ambos maquillados con pintura.
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