El Tatuaje Corporal y Facial. Tercera Parte

El tatuaje de mariposa. En la República Popular China, existe un grupo cultural llamado dulong localizado, principalmente, en el valle del río Dulong, en la provincia de Yunnan. Este grupo está en proceso de extinción, pues en el año 2006 eran aproximadamente 6,000 personas.

Las mujeres dulong acostumbraban tatuarse en la cara una mariposa azul. En la nariz se tatuaba el cuerpo de la mariposa, en la frente las antenas, y en las mejillas las alas. El tatuaje-mariposa se elaboraba en las niñas que habían cumplido doce años, como una marca simbólica de que ya habían alcanzado la pubertad, y como parte de su identidad, ya que el diseño de las mariposas variaba según el subgrupo al que se pertenecía. Peng Yiliang, estudioso de las tradiciones chinas, nos dice que existen dos teorías opuesta acerca del porqué de los tatuajes-mariposa. Una afirma que el tatuaje se realizaba con el fin de embellecer a las mujeres para hacerlas más atractivas a los ojos de los hombres. La segunda teoría sostiene que se trataba de afear a las féminas e impedir que fuesen raptadas por hombres de otras tribus.

La mariposa tatuada simbolizaba las almas de los muertos. El tatuaje se realizaba  con agujas de bambú y tinta elaborada con ceniza. El proceso duraba cerca de ocho horas; las mujeres no podían lavarse la cara en cinco días, para no estropear el trabajo.

La práctica de esta costumbre fue abolida en 1967. Actualmente, sólo quedan treinta y ocho mujeres de la etnia dulong que ostentan la mariposa azul; entre ellas, se encuentra una mujer de 98 años llamada Lape Nannie, habitante del distrito de Gongshan, quien comentara en una entrevista: En realidad espero que la gente recuerde las mariposas tatuadas en nuestras caras después de que hayamos muerto. Las actuales mujeres jóvenes dulong opinan que  jamás arruinarían sus caras poniéndose una mariposa azul, por muy tradicional que haya sido la costumbre.

El rostro de las mujeres birmanas. Birmania se denomina en la actualidad República de la Unión de Myanmar, y se encuentra localizada en el Sureste Asiático. El tatuaje que acostumbran hacerse las mujeres birmanas en la cara tiene  origen mitológico. El mito nos cuenta que cierto día un rey se encontró con una bella joven chin en unos de sus frecuentes viajes. Le gustó tanto la muchacha que le hizo la corte, y una vez cumplido su propósito de seducirla, la abandonó. Asustadas, las otras muchachas chin se pintaron las caras con carbón, para ocultar su belleza; pero la pintura se caía muy rápidamente, por lo cual decidieron tatuarse la cara, y así evitar que el rey las sedujera.

El procedimiento del tatuado facial es lento y muy doloroso. El pigmento consiste en una pasta elaborada con carbón, la cual se aplica por medio de una espina que va perforando la piel a base de pinchazos. Como el dolor es muy fuerte, se requieren  varios días de trabajo. Cuando se tatúa la parte de la boca, las mujeres se imposibilitan para comer, y se deben alimentarse solamente bebiendo líquidos con un popote.  El diseño de los tatuajes consiste en líneas rectas y curvas que abarcan la cara por completo. Las líneas son de color azul. La costumbre ha sido prohibida en Birmania, y sólo quedan en el campo algunas mujeres tatuadas, casi todas de edad madura.

Las mujeres taroko de Taiwan. Cuando llegaban a la edad adulta, las mujeres de la etnia taroko se sometían al ritual del tatuaje facial. Sus razones respondían a necesidades religiosas, pues creían que solamente si se llevaba la cara tatuada podrían cruzar el Puente del Arco Iris, para acceder al Cielo cuando les llegase la hora de la muerte. Hoy en día, la costumbre está prohibida, y es difícil encontrar mujeres tatuadas.

El clan serpiente de pakokku. Desde muchísimo tiempo atrás, en Birmania los encantadores budistas de serpientes se tatúan como una medida de protección contra la mordida de tales reptiles. Las serpientes se veneran, pues una leyenda cuenta que una cobra gigante ayudó al dios Buda de no morir en una fuerte tormenta en que se encontró atrapado. Asimismo, la serpiente es sagrada porque se la considera la representación de la fertilidad. Ninguna serpiente muerde a los integrantes del clan, pues están protegidos por sus tatuajes. El procedimiento se realiza con una aguja de metal y tinta a la que se le mezcla veneno de serpiente (he ahí la clave de la inmunidad). Los encantadores se tatúan cada semana, en medio de una ceremonia que incluye cantos y rezos. Los tatuajes consisten en símbolos budistas de lo más variado, como el om y la ruda de ocho radios.

La ceremonia Musha. La etnia de los matis, o matses como se conocen entre ellos, habita una parte de la Amazonia brasileña, en la Tierra Indígena Valle de Javaria. También se denomina a sí misma con el vocablo mushabo, que significa “gente tatuada” y el término wanibo, “gente del chontaduro”, el cual nos remite a las espinas con que se tatúan, provenientes de la palma del chontaduro (planta de la familia de las aracáceas). Cuentan con un solo diseño que los identifica como parte del grupo de los matis. Se trata de una reafirmación de pertenencia a un grupo indígena que reafirma su identidad frente a los nawa, “los que no son indios”

Los adornos faciales de los matis, se realizan en riguroso orden: A los 5 ó 5 años se les perfora a los niños el lóbulo de la oreja. Y se les inserta una varilla muy fina llamada paut, y se va aumentando el tamaño, hasta que llega a ser un disco llamado tawa. A los 8 años se les perfora la nariz y se les coloca el primer par de demush, pelos obtenidos de la cara de un mamífero; los demush se van aumentando con los años hasta llegar a tener diez demush en cada orificio nasal. Después se coloca el adorno llamado detashkete en el septum nasal, hecho de conchas de moluscos gastrópodes, que reemplaza a los demush. Cuando los niños alcanzan la pubertad, se les corta el labio inferior. Las jóvenes se colocan el kiot, plato labial de madera, a fin de connotar que han llegado a la época de poder tener relaciones sexuales; en cambio los hombres se colocan en el labio superior un disco de madera negra cuando ya son jefes de familia. Dos años después del primer kiot, llega el tiempo de tatuarse. Entre los 16 y los 20 años, cuando han alcanzado la edad adulta, los hombres se perforan la parte maxilar de las mejillas y se colocan los mananukit, varillas gruesas y largas hechas con la madera de una palmera negra.

La ceremonia del tatuaje, llamada  musha,  dura 15 días, sin contar la semana previa de preparación, en la cual los hombres se encargan de la carne, y las mujeres de la bebida y las vasijas en que ha de guardarse. En la ceremonia, los espíritus ancestrales llamados mariwin hacen su aparición, y se quedan en la comunidad durante todo el tiempo que dura el ritual. Son espíritus  que les pegan a los niños con el propósito de hacerlos fuertes y aguantadores para resistir los embates de la vida. Son días de gran actividad en donde todos los integrantes de la tribu participan. Para evitar el cansancio que implican los preparativos, se consume tachik, droga de origen vegetal proveniente de un bejuco.

Las personas que se van a tatuarse son adolescentes, hombres y mujeres, que han estado en previa reclusión durate cinco días. Para tatuarlos se emplean agujas –empleadas solamente una vez, y un pigmento compuesto de resina de papaya, huito, y un compuesto de hojas quemadas de nimen y timpa. El proceso es sumamente doloroso, pero los jóvenes se aguantan el dolor para quedar bien con los miembros de su tribu y con los espíritus mariwin. Se empieza por tatuar la mejilla izquierda; luego la derecha formando seis u ocho líneas paralelas. Después se procede con las sienes y la frente, lugares fuertemente dolorosos. En la sien se dibujan dos líneas. Tanto los hombres como las mujeres se tatúan de la misma manera y con los mismos diseños.

Irezumi, el tatuaje tradicional japonés. La palabra irezumi significa “inserta tinta”; se refiere a un tatuaje tradicional que se practica desde al período Paleolíttico del Japón. Durante el Período Yayoi (300 a,C.-300 d.C.), los diseños connotaban significados místicos y espirituales, a la vez que determinaban el estatus social de los individuos. De 250 a 838, después de Cristo, en el Período Kofun, los tatuajes se les hacían a los criminales, con el propósito de castigarlos. En el Período Edo, los tatuajes siguieron empleándose con dicha función punitiva, pero la sobrepasó, y se convirtieron en un arte altamente decorativo y apreciado. Se inició una etapa de apogeo del tatuaje.

Debido al éxito de los grabados en madera que ilustraron una novela china titulada Suidoken, profusamente ilustrada de seres mitológicos, tigres, animales fantásticos y dragones. Los grabadores japoneses de la madera decidieron pasar de ésta a la piel, y utilizaron las mismas herramientas que usaban en la madera: gubias, cinceles y tinta Nara (o negro Nara) que aplicada en la piel adquiere un color verde azulado. Al principio, los tatuajes los llevaban los bomberos y el pueblo en general –según algunos investigadores-, o los ricos comerciantes que los ocultaban bajo la ropa –según otros.

En el Período Meiji, el tatuaje se prohibió por el gobierno japonés y se restringió a los criminales. Pero el turismo acudía a admirar tan maravillosos tatuajes y, en 1945, fue legalizado por influencia de los aliados norteamericanos, aun cuando se los relacionaba con la mafia de los yakuza.

Los tatuadores de irezumi trabajan en secreto, se les contacta de voz en voz. Su aprendizaje dura años los cuales deben permanecer cerca  del maestro tatuador, incluso viven en su casa. Su tarea consiste en observar, aprender y practicar los tatuajes en su propio cuerpo, mezclar las tintas y copiar los diseños del libro del maestro, hasta que éste lo considera apto para tatuar a los clientes y se considere, a vez, como maestro.

Existen varios diseños, veamos algunos de ellos:

– En el tatuaje denominado munewari, “división pectoral”, no se tatúa la parte central del pecho, a fin de que el tatuaje no se vea cuando se trae el kimono puesto.

– El hou-ou, “pájaro sagrado”, ave que trae buena suerte porque se trata de un pájaro divino de gran espiritualidad, sus plumas se pintan con cinco colores, su cuello es largo, su cuerpo semejante al del dragón; es el ave fénix de vida eterna de resplandeciente dorado.

– El baku, “bestia espiritual como sueños”, tiene el cuerpo y las patas de buey, ojos de rata, trompa de elefante, su pelo es corto; se trata de un animal de mucha bondad cuya orina es mortal y sus huesos inmortales; se alimenta de metales y le gusta devorar los  sueños.

– El Zorro de las nueve colas es un ser fantástico sagrado a la vez que maligno; a los cincuenta años se disfraza de humano, a los cien en una bella mujer  oráculo, a los mil años adquiere su hermoso pelo dorado y sus nueve colas; emplea su aullido, similar al de un niño, para atrapar humanos a los que se come para prevenirse de los hechizos de los monstruos y protegerse contra las maldiciones. Es una bestia sagrada que atrae la buena suerte, el número nueve de sus colas es un símbolo de prosperidad.

– El tatuaje kin-rin, “bestia bendita de la prosperidad” representa a un animal muy venerado; su tamaño es el de un ciervo, sus patas de caballo y su cola de buey, su cabeza alargada tiene un cuerno, está cubierto de escamas, vive 2000 años y simboliza la prosperidad y la paz; kin-ri es gentil, dulce, nunca daña a los insectos ni a las plantas, pero cuando tiene que defenderse de los monstruos lanza aullidos y echa fuego por la boca; la parte masculina es ki, la femenina ri; cuando el macho clama en la primavera dice: -¡Fuyo!, “ayuda a la juventud”; cuando la hembra aúlla en esta misma estación, dice:- ¡Yo¡, “cultivo”.

– El tatuaje llamado toukou representa a un animal entre perro y lobo que emite sonidos de pájaro; posee una cola larga de dos metros, y dos cuernos en la espalda; le gusta volar por todo el Cielo al tiempo que lanza llamas de sus hombros. Los hombres que logran montarlo viven 2000 años. Tiene la piel amarilla, pues este color es considerado en China el color de los emperadores. Un día Toukou voló a China para proteger al emperador Huang Ti que recién accedía al trono, lo llevó por varios países, cuando regresó a Japón se dio a la tarea de proteger a los emperadores.

– El ouryu es un dragón alado que tiene la capacidad de transformarse en dragón con asta, kakuryu, a los quinientos años, y a los mil vuelve a ser alado. Es un animal sagrado que lleva a cabo muchas hazañas en nombre de los emperadores japoneses.

– Nekomata, el monstruo misterioso, es un espectro que surge del entendimiento humano, en su inicio semejaba a un gato común, pero con la edad ha adquirido poderes sobrenaturales y se ha transformado en un gato horrendo con la cola partida en dos; sabe hablar, se disfraza de humano y viola a las mujeres; para alimentarse mata a la gente, a más, le gusta provocar las enfermedades sin ton ni son.

– El ciempiés, mukade, es un espectro venenoso de 20 centímetros de largo, posee dientes ganchudos y glándulas venenosas en su horrible boca; es violento, carnívoro y muerde a quien le toca. Puede encontrar oro en minas, si se mete un ciempiés en un cartucho de bambú, las personas dedicada a buscar oro en las montañas seguro que lo encuentran.

– Koi, la carpa, es una mascota muy querida, alegre y valiente. Cuando una carpa logra subir por los rápidos de Longmen que se encuentran en la Montaña Jishishan, y cruza la Puerta del Dragón, se convierte en éste sagrado animal, Es por ellos que la carpa se ha convertido en amuleto del éxito. Existen la carpa multicolor, nishikigoi, la negra, magoi, y la roja, higoi

El tatuaje en la cornea. En nuestro tiempo,  se ha puesto de moda el tatuaje en la cornea de los ojos. La idea surgió en Canadá en el año 2008, en una empresa de nombre ModProm que deseaba explotar esta modalidad, aún a riesgo de lastimar seriamente los ojos de las personas. Utilizaron los ojos de un joven llamado Pauly Unstoppable quien decidió someterse a la prueba del tatuaje de la cornea, la cual le fue pintada de color azul. Empleando un procedimiento oftalmológico frecuente desde finales del siglo XIX que servía para corregir algunas imperfecciones de los ojos como cicatrices corneales y leucomas, se inyecta tinta en los ojos a fin de colorear la parte blanca; por supuesto que  no se trata de formar diseños en el ojo, sino sólo de teñir.

Precisemos que el tatuaje en el ojo con fines terapéuticos es mucho más antiguo que la fecha arriba mencionada. Galeno de Pérgamo, médico y filósofo romano (131-210 a.C.), utilizó sulfato de cobre reducido en el año de 150, para colorear un leucoma corneal. En 450 d.C., Aecio de Amida, médico y escritor bizantino, llevó a cabo el procedimiento con el fin de cubrir las opacidades leucomáticas del ojo de un paciente.

En 1869, un cirujano llamado Luís Von Wecker introdujo un nuevo método aplicando tinta china para tatuar el leucoma del ojo de un enfermo. Fue Wecker el primero que utilizó cocaína en el paciente, para evitar el dolor de la aplicación de la tintura,  introducida en el ojo por medio de una aguja acanalada.

Más tarde, se utilizaron otros pigmentos como tinta india, tinturas orgánicas, pigmento uveal de ojos de animal, hollín, y una combinación de tinta china y polvo de oro. Hoy día, el tatuaje de la cornea se aplica cosméticamente en leucomas corneales, para cubrir colobomas de iris (defecto segmental del iris) traumáticos y aniridias (defecto congénito que afecta a toda la circunferencia del iris), así como en pacientes que no toleran lentes de contacto  y  no resisten el trasplante corneal.

El procedimiento que se emplea actualmente con fines estéticos, consiste en inyectar tinta debajo de la capa superior del ojo. Se utiliza una pequeña jeringa con la cual se dan cerca de cuarenta dolorosos piquetes. Tal práctica es sumamente peligrosa para los ojos, y puede ocasionar ceguera y daños irreparables.

Además del tatuaje en la cornea, se ha puesto de moda el implantarse pequeñas joyas en el globo ocular. Se trata de joyas de platino que miden 3 milímetros. El procedimiento de implante dura cerca de quince minutos y tiene un costo aproximado de 700 dólares. La idea fue desarrollada por el Instituto para la Cirugía Ocular de Holanda.

Existen cinco modelos de estas joyas, las que reciben el nombre de jewelEye, joya para el ojo: corazones, estrellas, símbolo del euro, trébol de cuatro hojas y notas musicales.

 

El simbolismo del tatuaje

– Entre los chinos El simbolismo del tatuaje remite a la identificación y comunicación con las potencias celestiales. Asimismo, le permite al hombre identificarse con los animales y apropiarse de las características esenciales que poseen.

– En general, los tatuajes representan símbolos de identificación, impregnados de potencial mágico y místico, propios de un  grupo o cultura determinados.

 

 

 

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