El origen de la tarjeta de Navidad

La tarjeta de navidad se envía a los amigos como felicitación para celebrar tal acontecimiento. Su contenido atañe a la simbología cristiana referente a dicha época. El intercambio de las tarjetas data de muy antiguo, aunque no se puede decir que la costumbre se haya generalizado desde el siglo XV, ya en 1450 se imprimió en Alemania la primera tarjeta cuya intención era comunicar buenos deseos navideños. Se trataba de una xilografía bastante mal hecha que representaba al Niño Jesús de pie, en una embarcación tripulada por ángeles.

Cuatro siglos más tarde, en el XIX, el pintor inglés W.E. Dobsen reprodujo en miniatura obras de arte famosas y las envió con un saludo a familiares y amigos en la fecha navideña. Sin embargo, aún no se podía hablar de una tradición en la que participara toda la población de Londres, o al menos parte de ella.

Fue hasta 1843 cuando aparecieron las primeras tarjetas de Navidad propiamente dichas, patrocinadas económicamente, por Sir Henry Cole, fundador del Museo Victoria & Albert,

en Londres, para saludar a sus amigos, que tenía muchos, en fecha tan destacada, y con un único diseño dibujado por John Callcot Horsley muy amigo de Cole: consistía en una familia numerosa sentada alrededor de una mesa que bebía vino junto con un niño pequeño, lo cual causó cierta controversia; a los lados de la familia se veían paneles con dibujos de alimentos y ropa destinada a los pobres. De dicha tarjeta se hicieron mil en la imprenta Jobbins y publicadas por Summerly’s Home Treasury Office. Hay que decir que las tarjetas se colorearon a mano y se vendieron a un chelín cada una. El texto de la tarjeta decía: ¡Feliz Navidad y Año Nuevo para usted! Las postales sobrantes se vendieron en Old Bond Street exitosamente.

Es curioso que las primeras tarjetas navideñas que realizaron otros imitadores, no mostraran escenas religiosas, sino diseños tales como hadas, flores, mariposas. Poco después se introdujeron los motivos navideños y frases como Merry Chistmas!, ¡Feliz Navidad!, y Happy New Year¡, ¡Feliz Año Nuevo! En 1880, se alcanzó una venta de once y medio millones de tarjetas para la navidad y el año nuevo.

En los Estados Unidos la práctica de enviar tarjetas de Navidad se inició en el último cuarto del siglo XIX, la costumbre se conserva empleando una extraordinaria variedad de ilustraciones: desde pinturas clásicas hasta caricaturas adaptadas al tema navideño.

En las décadas de los años 50, 60 y 70, en México se enviaron muchas tarjetas. La costumbre llegada de los Estados Unidos se arraigó en nuestro país, y se enviaban tarjetas navideñas deseando una feliz natividad y haciendo votos porque el año nuevo que se iniciaba fuese de lo más fausto. Actualmente la costumbre se va perdiendo y las felicitaciones se hacen, si es que se hacen, por medio computarizados.

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