El buitre, animal rapaz falconiforme se encuentran en casi todo el mundo. En América existen varias especies de buitres: el vultur y gymnogyps (grandes cóndores), el real, el de cuello rojo y el zopilote (nuestra palabra zopilote proviene del náhuatl tzopilotl, de tzotl, inmundicia, y pilotl, colgante). Todos ellos se alimentan de carne. Este comedor de carroña, muy útil para limpiar los desechos, ha sido objeto de veneración en algunas culturas indígenas.
Macuilcozcacuauhtli, Cinco Águila de Collar (Buitre), era uno de los ahuiateteo (o macuiltonaleque) de la religión mexica, dioses del placer y de los excesos y de los males derivados de ellos; fue el dios de la glotonería, los otros fueron: Macuilcuetzpalin, Cinco Lagarto; Macuilmalinalli, Cinco Hierba; Macuilxóchitl, Cinco Flor; y Macuiltochtli, Cinco Conejo; según su denominación calendárica. Los ahuiateteo, además de ser los dioses de la embriaguez, la danza y la sexualidad, se identificaban con el sur.
Los nahuas de la Huasteca nos cuentan que el universo, Semanahuaktli, se encuentra perfectamente ordenado. Desde tiempos remotos el hombre ha pasado por cinco generaciones. Las cuatro primeras las personas que existieron en el mundo vivieron acompañadas de los dioses en un sitio cuadrado y oscuro. Debido a la desobediencia en que cayeron estos primeros humanos, el mundo se destruyó por terribles cataclismos. La más antigua humanidad fue creada por los dioses ancianos, los Pilhuehuentzitzin, quienes mojaron a la pareja primordial con sangre para otorgarles la vida. Antes de existir la cuarta generación, la nuestra, los dioses reordenaron el universo en planos sobrepuestos: Tlaltepactli, la Tierra; Ilhuicáctli, el Cielo; y Mictlan, el Inframundo, todos ellos orientados en relación a los puntos cardinales. Primero fue creada la Tierra que los dioses levantaron por medio de pilares; después se pararon encima del suelo que ocupara la cuarta generación y se convirtió en el Inframundo. Las partículas de los suelos de los mundos o generaciones anteriores, quedaron fuera de la esfera del cosmos, se compactaron y se convirtieron en el Tzopilotlacualco, Comida de Zopilotes, el ultramundo, el lugar de la podredumbre, donde habitan zopilotes.
A decir de los nahuas de Chicontepec, Veracruz, el Sol en su recorrido empieza a subir las capas del Cielo, llega al cénit y empieza a bajar por el oeste hacia las capas del Inframundo, en donde desciende y sube cuatro capas por el este, para iniciar nuevamente su recorrido. A su vez, la Luna realiza su recorrido, que es el mismo, hasta llegar a ser luna llena. Da ocho vueltas completas al universo durante ocho días; en veinte días recorre la mitad del camino, para descansar en un sitio llamado Tzopilotlacualco hacia la media noche.
Hubo dos zopilotes importantes den la cultura maya: el zopilote rey, Ch’om, (Sarcoramphus Papa) y el negro, Kuch, (Coragyps Atratus) El primero es grande de colores claros y alas negras, el negro es de colores opacos y cabeza desnuda. De más importancia fue el tecolote rey, a quien se consideraba Ahua, “señor”. Su glifo está formado por la cara del ave que presenta una protuberancia en el pico. Este batab estuvo asociado con el mundo celestial por su vínculo con la diosa Luna, con el dios Itzamná, y con la lluvia, así como con el perro. La luna, quien tenía la facultad de enviar enfermedades a los humanos, enviaba la sarna con Kuch.