Chan Cil, el Padre de la Trova Yucateca

¿Quién fue Chan Cil? En el año de 1849 nació Cirilo Baqueiro Preve. Nació en Campeche, cuando esta ciudad formaba parte del estado de Yucatán. Un 24 de diciembre de hace más de ciento sesenta y cinco años, alguien le dejó en la puerta de la casa de un coronel llamado Cirilo Baqueiro Cámara, jefe militar de la ciudad de Campeche, que compartía con su esposa Isabel Preve. Lo acogieron como a otro hijo, pues el matrimonio contaba ya con José Clotilde, Serapio y Leonardo.

Fue bautizado con el nombre de Cirilo en la parroquia de Guadalupe, el 3 de enero de 1849.

Este destacado músico tenía un sobrenombre: Chan Cil que en la hermosa lengua maya significa Cirilito. Cuando era niño, sus padres dejaron Campeche para irse a vivir a la ciudad de Yucatán, por razones del trabajo del coronel, donde vivieron en la Calle 64 Núm. 569. Su maestro de escuela fue Faustino Franco. Ya en Mérida aprendió a tocar el violín siendo aún muy joven, y también componía canciones románticas. Pronto sus canciones románticas y tristes le hicieron famoso. Nunca acudió a una escuela de música ni estudió composición, sino que se forjó a sí mismo en las artes musicales. El mismo escribía la letra de sus canciones y ponía música a los poemas de otros escritores, como José Peón Conteras, médico y novelista yucateco, que se graduó de bachiller a los doce años en la Universidad Literaria, y a quien se deben obras como Gil González de Ávila y Un amor de Hernán Cortés, entre muchas otras novelas, comedias y poesías. Como a Cirilito le gustaba mucho improvisar, dejó sin registro muchas de sus composiciones, privándonos para siempre de su belleza. Chan Cil además del violín tocaba la guitarra y la mandolina, y se convirtió en todo un trovador yucateco que amenizaba las fiestas y tertulias de su época, allá en la ciudad blanca. Se casó con Isabel García Rejón Cámara, con la que tuvo una hija, Casimira Baqueiro Rejón Cámara. A los cuarenta años formó un conjunto de cuerdas que alcanzó mucha fama en Yucatán y en Campeche. Estaba integrado por flautas tocadas por Adolfo Cecías y Arturo Cosgaya; tololoche, a cargo de José Cecías; guitarras que ejecutaban magistralmente Nicanos Solís, Manuek Pasos y Fermín Pasttrana; y el violín que tocaba Cirilito.

Sus composiciones. Pero no todo era romanticismo y tristeza en sus canciones, también componía cosas humorísticas, plenas de doble sentido, para las cuales empleaba el ritmo de la guaracha. A veces sus composiciones humorísticas tenían carácter político, como se puede ver en uno de los versitos que forman parte de su canción La Rafaelita, como el pueblo llamó a un equipo de aplanadores de asfalto que llegó a la ciudad de Mérida por primera vez, y que dice: Ya llegó la Rafaelita, máquina de aplanar / Para aplanarle la crisma / al gobernador actual. Otras de sus composiciones satíricas fueron La Muerte y la Casa y A los Ciudadanos Diputados del Congreso.

En 1880, compuso la canción llamada Despedida, considerada como la primera canción de la trova yucateca dado sus características musicales, así como las canciones Morir Amando o En el Abismo (habanera), la canción La Violeta, y la guaracha Vuelvo a ti. Compuso, además una canción bilingüe titulada Ko’oten X-boox, Ven Negra, y La Mestiza, una hermosa guaracha, cantada por primera vez por la cubana Amadita Morales, en el antiguo Teatro José Peón Contreras. Chan Cil compuso jaranas y muchas otras canciones en lengua maya que siguieron a la primera ya mencionada. Cirilito compuso el Cancionero de Chan Cil que publicó la Imprenta de Luis Rosado Vega en el año de 1909. Veamos el inicio de la canción guaracha La Mestiza: Cuando la aurora vierte / su fúlgido raudal / y empieza por las calles la gente a transitar, / más blanca que la espuma / que vierte en el champagne / alegre la mestiza /hacia el mercado va… / Con mi rebozo azul / y mi peinado así, / a mil caballeritos / les voy a hacer tilín /

Luis Pérez Sabido escribió en un artículo dedicado al Chan Cil: Entre su extensa producción musical destacan las canciones Serenata, con letra de Luis F. Gutiérrez Suárez; Un sueño, con Manuel M. Flores; Antes que el negro y solitario olvido, con Fernando Velarde; Las campanillas de tu balcón, con una rima de Gustavo Adolfo Bécquer; Acuérdate de mí, con Luis F. Pérez; ¿Te acuerdas?, con Rafael de Zayas Enríquez, y la guaracha Blanca azucena, con un poeta desconocido. De su total autoría son la guaracha Kooten boox (Vente negrita), el vals Las delicias, y los temas satíricos La mujer y la casa, Los tres besos, La Rafaelita, A los ciudadanos diputados del Congreso, de gran actualidad, el chotís El matrimonio y muchos otros más.

Cirilito dejó de existir la edad de sesenta y un años, el 17 de septiembre de 1910, en la ciudad de Mérida Yucatán. Sus restos se encuentran en el Monumento a los Creadores de la Canción Yucateca, de la Sociedad Artística Ricardo Palmerín, en el Cementerio General de Mérida.

Chan Cil en el Museo de la Canción Yucateca. Dicho museo está situado en la Ciudad de Mérida, en el estado de Yucatán. Se fundó por idea de Rosario Cáceres Baqueiro, nieta de Cirilito. Ocupa una casa construida a finales del siglo XIX, ubicada en el Barrio de la Mejorada, en el centro de la ciudad. El Museo de la Canción Yucateca cuenta con varias salas. La primera de ellas expone los antecedentes prehispánicos y coloniales de la música yucateca, parte de la historia de Yucatán, el origen de la jarana, y los instrumentos mayas prehispánicos. Otra de las salas del Museo, la segunda, está dedicada a los músicos que dieron lugar a la música yucateca y que a partir de la segunda mitad del siglo XIX, formaron la corriente conocida como la Trova Yucateca. Entre ellos se encuentra Chan Cil, al que acompañan compositores y cantantes como Guty Cárdenas y su compañero Chalín Cámara Ricardo Palmerín (su segunda voz), El Vate Ricardo López Méndez, y otros compositores más. En esta Sala se exponen las partituras del autor que nos ocupa, y algunos de sus instrumentos.

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