En el lapso comprendido entre el otoño de 1521 y el verano de 1522, Alfonso García Bravo (1490-1561), soldado y alarife (arquitecto) español, junto con Bernardino Vázquez de Tapia, conquistador y alcalde de la Ciudad de México, y dos indios mexicas cuyos nombres no han pasado a la historia, se abocaron a la planificación de lo que habría de ser la Primera Traza de la Ciudad de México.
Sonia Iglesias y Cabrera
Las “Gorditas” de la villa
De entre todas las manifestaciones tradicionales que tienen lugar en la Villa de Guadalupe, Distrito Federal, como son danzas, artesanías, música, verbenas, etcétera, hay un elemento evocador, oloroso y sabroso, que no podemos dejar de comprar y comer cuando, devotos o ávidos de diversión, acudimos al santuario del Cerro del Tepeyac.
El maíz, regalo de los dioses
Con el nombre de maíz conocemos a la más importante de las gramíneas del Continente Americano. Su nombre no proviene del español ni del náhuatl, sino del vocablo antillano mahís, perteneciente a la lengua caribe que se hablaba en las Antillas.
Los mexicas fundan Tenochtitlan
Los mexicas no fueron el primer grupo nahua que llegó a poblar la meseta central de México, muy por el contrario, pues fueron los últimos. Cuando llegaron ya se encontraban asentados otros grupos de habla náhuatl emparentados con ellos, lingüística y étnicamente, desde muy antiguo.
La primera chinampa
La palabra chinampa significa, en lengua náhuatl, “cerca de cañas”. Las chinampas fueron empleadas por los grupos mesoamericanos para sembrar, sobre estructuras flotantes hechas de palos y cañas, y rellenas de tierra, maíz, verduras y flores. Dicha técnica agrícola se debió a la invención de los toltecas, antiguos habitantes del Altiplano Central, y alcanzaron su máximo desarrollo durante el siglo XVI.