¿Quiénes son los graniceros? Los graniceros son curanderos y adivinos que tienen la capacidad de controlar los fenómenos meteorológicos, tales como la lluvia y el granizo. Habitan sobre todo en algunas de las comunidades del Estado de México, Morelos, Puebla y Tlaxcala.
Mes: septiembre 2016
Los chinos llegan a México
Artículo dedicado a Tai y Chemi-san, mis nietos, que cuentan con ascendencia china.
La llegada. A México los chinos arribaron vía los Estados Unidos, país en donde por causas económicas se les impidió la entrada y se les discriminó, acusándoles de hacer mil tropelías y de quitarle los empleos a los norteamericanos.
El nacimiento del Parhíkuti
“El pueblo de Parangaricutirimícuaro se va a desparangaricutirimicuarizar’.’ Quien logre desparangaricutirimicuarizarlo gran desparangaricutirimicuarizador será”. Trabalenguas popular.
Nace un nuevo volcán. Parhíkuti, significa en lengua purépecha “lugar al otro lado”, más conocido como Paricutín, en su forma españolizada, el volcán se encuentra localizado entre Nuevo San Juan Parangaricutiro y el pueblo de Angahuan, en la Meseta Purépecha del estado de Michoacán.
Las Lunas Llenas de los Kikapúes
Localización y etimología del nombre. La etnia indígena kikapú habita en el estado de Coahuila, en la zona del ejido llamado El Nacimiento, que se encuentra en el Municipio de Melchor Ocampo, y en Tamichopa, municipio de Bacerac, en Sonora. Una parte de los indígenas kikapúes habita en las reservaciones de Texas, Kansas y Oklahoma, en los Estados Unidos.
Un hospital para sifilíticos
Nace el Hospital Real del Amor de Dios. Una vez consumada la conquista de México, se llevó a cabo la primera Traza de lo que sería la ciudad colonial de México. Entre los muchos edificios que se construyeron, por instancias y con la aprobación del rey de España Carlos V, de fray Juan de Zumárraga, obispo de la ciudad, fraile franciscano nacido en Vizcaya, España, y primero obispo de México, se edificó, en 1539, el Hospital del Amor de Dios, dedicado a los enfermos del llamado mal de bubas”; es decir, de sífilis, único en su género, en honor de San Cosme y San Damián, hermanos y médicos cristianos, famosos por ayudar a los enfermos, y cuyo fin fue su decapitación ordenada por Diocleciano, en 300 d.C.